El gobierno brasileño deplora los ataques perpetrados el 13 de julio por las fuerzas de seguridad y paramilitares contra estudiantes y civiles alojados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.

La escalada de violencia contra la sociedad civil, con agresiones físicas a eclesiásticos, periodistas y defensores de los derechos humanos, es inaceptable.

Es imperativo que el gobierno de Nicaragua vuelva a permitir el trabajo libre del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y del Mecanismo Especial de Seguimiento de la CIDH.

El gobierno brasileño exhorta al gobierno nicaragüense a restablecer la convivencia pacífica, el funcionamiento de las instituciones democráticas y el Diálogo Nacional.